lunes, 2 de mayo de 2022

Exposición de FOTOGRAFÍA (del 3 al 14 de mayo).


Fuera de Contexto

La mirada de Néstor Chprintzer

        Néstor Chprintzer presenta una nueva muestra de su obra en el Centro Cultural Bohemios, del Ayto de Madrid. Como él dice, se trata de un largo paseo donde la sorpresa está en aquellas cosas que aparecen cada día delante de nuestros ojos y cuya singularidad raramente descubrimos.

         Lo cotidiano se transforma en significativo, lo obvio en asombro, lo evidente en llamativo, lo usual en singular, lo circunstancial en terreno para la reflexión y el interrogante. Las ciudades y sus habitantes, se transforman en las retinas de Néstor  (y en su cámara incombustible), haciendo eco a las palabras de Walter Benjamin: "Poco importa no saber orientarse en la ciudad. Pero perderse en ella, como quien se pierde en el bosque, requiere un aprendizaje".

         En este camino de errancia, Néstor usa su cámara como si fuera un instrumento especular, un testigo de lo que deberíamos ver si miramos con atención. ¿Son cuerpos, sustancias o accidentes, sombras o certezas? ¿Son generadas a cada instante por la mirada, el movimiento o la presencia de quien las contempla, como se decía de los ángeles que, según el Talmud, cantan loas a Dios y de inmediato se hunden en la nada? Los mismos sujetos que retrata Néstor tienen formas fantasmagóricas (de tan reales), hijos de un gesto fugaz y elocuente y de una visión a veces testimonial, a veces sin escrúpulos, casi siniestras de puro implacable, y a veces tierna como cuando se mira la vida deseando hacerla habitable.

         Un espejo es el lugar donde descubrimos que tenemos una imagen y, a la vez, que ésta puede ser separada de nosotros, que su esencia no nos pertenece. No puedo dejar de señalarlo: entre la percepción de la imagen y el reconocerse en ella, existe un intervalo que los poetas medievales llamaban amor, la experiencia asombrosa que la imagen es y no es nuestra imagen.

        Su exposición es un viaje cotidiano sin expectativas previas, más allá de la siempre pertinente capacidad de asombro. Digo yo: un viaje con un espejo en la mano que se mueve más por imperativos inconscientes que por premeditados  enfoques voluntarios o azarosos. Néstor expone lo que surge y hace surgir lo que no esperamos, que es a la vez lo que él tampoco espera pero que su espíritu inquieto avizora.

         Comunica sólo su propia comunicabilidad, pero esta capacidad de decir -¡y vaya si la tiene!- es autónoma y transforma lo de siempre en lo de ahora, lo repetido en máscara que inaugura lo fortuito y lo imprevisto. En un mundo, en una civilización, que está habitada por los enigmas y las insensateces, algunos seres especiales se emancipan y enfrentan los problemas sin escabullirse, intentan dar pruebas veraces y no lúdicas a los grandes interrogantes que nos aquejan.

        Como Néstor Chprintzer, nos ponen frente a las certidumbres y los rituales de un realismo descarnado y simultáneamente a los alivios que una armonía de conjunto puede regalarnos ante el desafío y el drama de estar en la tierra.

         Estamos hablando de un artista contra las normas establecidas, un ser que apuesta por una existencia sin complacencia ni autosatisfacción inflada.

        En fin, una conciencia inquieta e inquietante que, como diría Gustavo Dessal- es necesaria para vivir en sociedad, pero que a la vez oculta una crueldad secreta y oscura.

        Madrid tiene un testigo que ha aprendido a amarla a través de la conciencia (poco soberana, pero atenta a lo que sucede) y un inconsciente que (mandato secreto al fin), hace lo suyo en este caleidoscopio ciudadano que -para aquellos que tienen el privilegio de verlo- no deja a nadie indiferente.         

Arnoldo Liberman, escritor y psicoanalista.

Revista Raíces.



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