Nuestro objetivo como
grupo, el uso de la creatividad como estrategia terapéutica, sigue en marcha y
se ha convertido en una propuesta aún más reconocida a lo largo de 1 año de
andadura artística. Hemos sido capaces de haber conectado nuestra pintura con
el mundo neuropsicológico de la manera más amplia.
Somos una caja de resonancia emocional a
partir de lo pictórico con la misma ilusión para seguir llenando paredes, acostumbradas a soportar el peso ligero del
arte. Y ser ejemplo de todos los beneficios que produce dedicarse a cualquier
actividad creativa.
La sociedad tiene que ser consciente de los problemas que padecemos, las dificultades que sufrimos y tiene que atreverse a mirar, a provocar un contagio visual de las intenciones e ideas artísticas de cada uno de los pintores y participar del significado que esta obra adquiere para el público.
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